Una pareja usó el dinero de su boda para salvar al perro atropellado, cambiando flores por la vida de un inocente.

Recientemente, Dylan McCay se encontró con una desgarradora publicación en Facebook sobre un Goldendoodle que le rompió el corazón. El perro había sido atropellado en un accidente y se dio a la fuga, abandonado en la carretera.

La Goldendoodle, ahora llamada Acklin, no tenía microchip y nadie acudió a reclamarla. Esto significaba que Dylan cubriría todos sus gastos médicos. Sin embargo, se mantuvo firme en su determinación de ayudarla a sanar, sin importar el costo.

Las lesiones de Acklin eran graves: tenía ambos fémures fracturados, estaba llena de pulgas, tenía los pulmones magullados y se encontraba en estado de shock. Al principio, temieron que tuvieran que amputarle una pierna. Pero incluso en medio de tanta angustia, la dulzura y el cariño de Acklin se hicieron patentes, y Dylan y su prometida, Emily Roberts, se dedicaron por completo a su recuperación.

A medida que aumentaban los gastos médicos, la pareja recurrió a todos sus ahorros e incluso al fondo de su boda para cubrir los tratamientos de Acklin. Afortunadamente, su historia conmovió a muchos, y personas desconocidas comenzaron a colaborar. Una página de GoFundMe recaudó más de $18,000 para aliviar su carga financiera.

A lo largo de sus tratamientos, Acklin demostró ser una luchadora, y pronto recibieron noticias alentadoras: su pierna se salvaría, evitando así la amputación. Si bien aún necesita fisioterapia y su recuperación completa continúa, Acklin ya ha comenzado a caminar prácticamente por sí sola.

La mejor noticia de todas llegó cuando Acklin recibió el alta del hospital para comenzar su nueva vida con Dylan y Emily. En su nuevo y amoroso hogar, el futuro de Acklin se ve prometedor, gracias al altruismo y la compasión de sus rescatadores y a la generosidad de quienes la apoyaron en su camino. Acklin ahora se recupera, está a salvo y es querida, rodeada del amor que merece.