Un día, mientras conducían hacia una obra en las montañas de Bali, una mujer y su amiga se toparon con algo inesperado: un perro callejero que necesitaba ayuda desesperadamente.
La perra corrió hacia un edificio cercano y se refugió en una caja de cartón. Decididas a no rendirse, la mujer y su amiga la siguieron adentro. Allí, con paciencia y cuidado, lograron ponerle la correa. Aunque la perra no estaba precisamente contenta de que la atraparan, sabían que tenían que ayudarla. Por suerte, la amable mujer es una rescatista experimentada de Bali Paws y sabía exactamente qué hacer.
Los planes de visitar la obra se abandonaron rápidamente. En su lugar, fueron directamente al veterinario más cercano para que revisaran al perro. Los análisis de sangre y varios exámenes médicos confirmaron lo obvio: este perrito había pasado por más dificultades de las que nadie podía imaginar.
Al principio, Piggy desarrolló un vínculo muy fuerte con la mujer que la rescató. “Se obsesionó conmigo”, admitió la mujer entre risas. “A veces era un poco abrumador porque exigía tanta atención”. Pero era evidente que Piggy simplemente estaba recuperando el tiempo perdido, aprendiendo lo que se sentía al ser cuidada y querida.
En un mes, su pelaje había empezado a crecer de maravilla. La piel de Piggy, antes desnuda, ahora estaba cubierta de una pelusa suave y nueva. Estaba radiante. La llevaban de paseo, incluyendo un día en la playa. Ver a Piggy jugar libremente, sin miedo a la gente, era casi surrealista. “Todavía no puedo creer que antes le tuviera tanto miedo a los humanos”, comentó su rescatadora.
Finalmente, la amiga de la mujer terminó las cabañas que habían estado construyendo en las montañas. Decidió volver de visita, pero esta vez, Piggy también iría. Para que la experiencia fuera aún más especial, le prepararon una pequeña sorpresa: la perrita pasó una noche acogedora allí como si ya estuviera en su futuro hogar definitivo.
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Piggy disfrutó cada momento de la experiencia. Asaron malvaviscos y disfrutaron de la noche tranquila, y cuando llegó la hora de dormir, Piggy se metió en la cama sin dudarlo, acurrucándose como si hubiera estado allí desde siempre.
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Al terminar la noche, la mujer no podía evitar desear que pronto Piggy pudiera experimentar esa felicidad con su propia familia. Hasta entonces, Piggy seguirá disfrutando de su vida con Bali Paws, rodeada de amor. Para ver el rescate completo de Piggy y lo que sigue, haz clic en “reproducir” a continuación.