Un perrito paralítico se fue demasiado pronto, dejando atrás a su ángel amoroso que no pudo salvarlo a tiempo

Hace poco más de un año la triste vida de un perrito discapacitado llamado Bandit, dio un giro totalmente inesperado, después de haber sufrido tanto rechazo y sufrimiento.

perrito

Pero, a pesar de sus limitaciones físicas, Bandit les demostró a todos el verdadero significado del amor, la esperanza y el no darse por vencidos.

Como requería cuidados especiales, ninguna familia fue lo suficientemente responsable y compasiva y terminaron por dejarlo a su suerte, además de con el corazón roto en mil pedazos.

Bandit fue adoptado por Sue y Darrel Rider. eга como si todo se hubiera alineado para que permanecieran juntos para siempre. Resulta que Darrel al estar paralizado de cintura para abajo, al igual que Bandit usa una silla de ruedas.

Darrel y Bandit se enamoraron de inmediato y supieron que estaban predestinados

El día en que Bandit finalmente se despidió de todos sus cuidadores, dejó sentimientos encontrados en todos quienes lo amaban tanto.

Un emotivo vídeo revela el momento en que salió feliz por el pasillo junto a quien se convertiría en su padre y humano favorito:

Ya en casa, Darrel y Bandit crearon un vínculo indestructible, pues ambos se sentían absolutamente compenetrados, comprendían sus necesidades y limitaciones, y se tenían el uno al otro para todo.

eга realmente conmovedor verlos salir a pasear, ambos en sus sillas de ruedas, como compañeros incondicionales, en lo bueno y en lo malo, en la alegría y el dolor…

Por fin, Bandit estaba experimentando lo que eга sentirse amado de verdad, que lo trataran con tanta dignidad y respeto como si fuera un miembro más de la familia que necesita atenciones y cuidados. Al punto que pensaba que no merecía tanto.

Pero, tristemente, cuando nada podía ir mejor, Bandit empeoró repentinamente. Y en marzo de 2021, cruzó el puente del arcoíris después de poco más de un año, tiempo en el que no pudo ser más feliz.

Después detallaron que Bandit desarrolló un tᴜmoг en su vejiga, que eга imposible de operar. Y después de unas semanas, partió al cielo de los perros en brazos de su amado dueño, que quedó con un vacío indescriptible, luchando por comprender por qué la vida no le permitió más años de felicidad a su lado.

Aunque nos entristece que Darell haya perdido a su compañerito de vida que se volvió tan inseparable, nos alegra saber que no le faltó amor en sus últimos momentos. Que su historia siga tocando corazones como lo ha hecho hasta ahora. ¡Vuela alto, pequeño Bandit!