Aunque muchas culturas tengan arraigada la creencia de que los animales son inferiores a los humanos, hoy en día la interminable lucha por la defensa de los derechos de estas criaturas ha dejado claro que el abandono y maltrato a cualquiera de ellos es un delito.
Las multas, privativas de libertad y pérdida de custodia de una mascota son algunas de las medidas que toman los gobiernos para parar casos como el de Pepito. Este perrito fue dejado de lado dentro de una caja sin la posibilidad de sobrevivir.
Una cámara de seguridad reveló cómo un hombre en un automóvil había dejado a Pepito dentro de una caja en un parque.
El hecho ocurrió en la noche, y la persona pensó que nadie lo estaba observando, pero se equivocó pues la verdad salió a la luz, gracias a la cámara de seguridad de un local.
El abandono será siempre un delito, y hay que alzar la voz contra él.
Para todos los que conocen la historia, es evidente que quienes lo dejaron encerrado y sin ningún alimento sólo querían lo peor para él, pero el destino les trucó su cruel jugada.
Pepito, como fue bautizado el can, fue rescatado por los voluntarios de la ONG Leone Humane Society. Esta organización de la Florida lleva años rescatando a perros y gatos sin hogar en todo el territorio de los Estados Unidos.
Cuando nuestro Pepito llegó al refugio estaba realmente enfermo, lo evidente era su cuadro de desnutrición severa.
El perro pesaba poco más de 1 kilo y sus costillas parecían tatuadas a su piel, era un completo saco de cuero, pero pronto su semblante comenzó a mejorar con las atenciones y cuidados en el refugio.
Shannon, una de las voluntarias de la ONG, se encariñó tanto con el peludo que decidió convertirse en su madre temporal.
Esta dama sabía que lo mejor para el cachorro era estar en un verdadero hogar y bajo su cuidado, mientras Pepito encontraba a una familia definitiva.
El primer día en su nuevo hogar fue bastante aterrador para Pepito, pero con el cariño de Shannon el can pudo adaptarse paulatinamente.
Su cambio en semanas fue sorprendente, la recuperación física no fue tan difícil como la emocional, pero logró salir adelante.
Enseñar a un animalito a superar sus traumas no es algo sencillo, pero Shannon supo ayudarle con mucho amor. De este modo, Pepito fue dejando atrás sus miedos y se ha convertido en un peludo más sociable.