La historia de Ángel, un cachorrito rescatado en pésimas condiciones ha conmocionado no solo a sus rescatistas sino a todos los amantes de los peludos, a aquellos que siguen apostando por un mundo libre del maltrato y luchan por causas justas a favor de los más vulnerables.
Ermioni junto a Katerina y Fotini se acercaron al lugar, son los fundadores de Diasozo Animal Rescue en Karditsa, Grecia, se dedican a rescatar animalitos abandonados, maltratados y hambrientos, se encargan de ofrecerles una mejor oportunidad a cuanto peludito vulnerable puedan ayudar.
Desde el primer momento los rescatistas notaron que se trataba de una historia bastante compleja, era una zona muy peligrosa para que un perrito transitara solo, una carretera principal, sin casas cerca ni nada que pudiera ayudarlo a sobrevivir por su propia cuenta.
La carretera estaba llena de sangre, pensaron que se trataba de la madre de Ángel, al buscar detenidamente ahí estaba el cachorrito escondido entre los arbustos, temblaba de miedo, lucia completamente indefenso, enfermo y muy flaco.
Para sorpresa de los rescatistas, el cachorrito no estaba solo, muy cerca de Ángel se encontraba el cuerpo de otro peludito, presumiblemente se trataba de su hermano.
Una escena bastante desgarradora, era como si el pequeño Ángel en medio de su sufrimiento quería proteger a su hermano.
Ermioni y el resto de los rescatistas tomaron al cachorrito y rápidamente lo trasladaron al veterinario. Determinaron que se trataba de un cachorrito de unos 2 meses de edad, su condición era bastante delicada, era solo piel y huesos, tenía problemas en la piel, diarrea y arcadas.
Era necesario supervisión médica constante por lo que pasó muchos días en la clínica veterinaria.
Tras una larga lucha Ángel parecía estar ganando la batalla así que fue dado de alta, sus rescatistas lo acogieron y le brindaron todos los cuidados que necesitaba.
Pero una semana después volvió a decaer preocupando aún más a sus cuidadores, pensaron que no sobrevivía, pero el cachorrito demostró una vez más que era todo un guerrero y lucharía por su vida.
Pasó algunos días bajo observación y logró librar la batalla, estaba listo para dejar la clínica, esta vez para siempre.
El pequeño Ángel había sanado por completo así que solo debía enfrentar una etapa de adaptación y educación para que fuera el perrito perfecto para su nueva familia.
Por suerte, no pasó mucho tiempo para que esta adorable bola de pelos encontrara el hogar indicado.
Ángel le hace honor a su nombre y se ha convertido un verdadero angelito terrenal que nos recuerda que en las manos correctas es posible superar ese pasado de dolor y disfrutar de un presente lleno de amor e infinita felicidad.