La conducta de los animales no deja de sorprender a los seres humanos. Sentimientos que son considerados propios de las personas, también pueden ser observados en ellos, tal es el caso de un ternero que ama a los perros con los que se ha criado y se comporta como uno más.
Cierto día, los Algie encontraron cerca de su granja a una vaca atrapada en una especie de trampa o presa; aunque lograron liberarla, estaba demasiado debilitada y falleció trágicamente. Muy cerca de ella había quedado un hermoso y tierno ternero de solo un día de nacido.
Cuando habían pasado unas seis semanas, el ternero había asimilado las maneras de comportarse, y los hábitos de sus hermanos y hermanas caninos. Le encantaba ir con ellos de cacería, movía la colita cuando estaba feliz, y le fascinaba acurrucarse para dormir la siesta, como hacían los demás perritos.
Buddy disfruta compartir momentos con la familia, con Bada y sus hermanos perros. ¡Es una delicia verlos juntos, como madre e hijo! La pastora alemán lo cuida todo el tiempo, le demuestra su afecto cuando lo lame y le limpia los ojos, y el agradecido ternero le corresponde con el mismo amor y entrega.
Buddy es muy juguetón, pasa tiempo con los niños cuando están afuera, le encanta perseguir a Bella cuando va en su bicicleta. Aunque es uno más en la familia, él sabe que su lugar para dormir está afuera de la casa, y descansa muy cómodo en la terraza de la granja.
La suerte le ha sonreído al tierno ternero de tan nobles sentimientos. ¡Es maravilloso ver a un animal tan dulce como él! y el amor incondicional y protección que le ha brindado su madre adoptiva, tratándolo igual que a todos sus cachorros. No cabe duda que los animales nos dan lecciones todos los días.
Comparte esta hermosa historia con todos tus amigos y seres queridos, aprendamos de está familia tan atípica que la inclusión y el amor pueden ser reales.