Once perros emprendieron un largo recorrido con su dueño, quien sobrevive en la calle, y su dramática situación, así como su nobleza, terminó conmoviendo a mucha gente.
Es una historia que llega al corazón, Steve es una persona sin hogar que en los últimos 14 años, a pesar de vivir en la calle, ha atendido a más de 50 perros que al igual que él, viven en la calle.
Su buen corazón le impedía abandonar a los perros
Entre sus compañeros iba una perra que recién había dado a luz a sus cachorritos
¡Era un largo viaje para ellos!
Siguió pedaleando durante más de 2000 kilómetros, hasta que una mujer llamada Alicia Edrington se fijó en él. Su familia pidió auxilio y recaudó dinero para pagar una noche de alojamiento en un hotel para Steve y sus perros, así podían descansar.
Se merecían un descanso reparador, todos estaban muy cómodos
El descanso fue fantástico y reparador incluso para los más pequeños.
El personal del Refugio de Animales en West Memphis se acercó al lugar con comida para perros, correas y arneses.
Los trabajadores de la organización se conmovieron con su historia y no pudieron se indiferentes ante la situación que enfrentaban.
De hecho, un grupo de voluntarios hizo posible pagar una segunda noche de hotel para Steve y sus amigos peludos.
Y al fin llegó una ayuda inesperada. Kelly Seaton, una mujer de Tennessee, se ofreció a llevar a esta familia a su destino final. Así que podrían continuar su viaje sin exponerse a tantos riesgos ni vivir una experiencia tan agotadora.
Podrían viajar en condiciones óptimas… ¡estaban muy cómodos!
Viajaban fuera de peligro y Steve podía descansar
Finalmente, Steve y los 11 perros llegaron a Indiana y gracias la generosidad de muchas personas han logrado recaudar mucho dinero a través de GoFundMe.
Y eso no es todo, ya Steve no será una persona sin hogar y tendrá un techo para albergar a sus perros, una persona solidaria donó una caravana para que tengan desde ahora un lugar acogedor para vivir.
Por ahora, la organización SOAR: Street Outreach Animal Response Initiative se encarga del caso de Steve y sus perritos.
La generosidad no tiene límites, no tiene excusas, siempre podemos brindar una mano amiga.
Tarde o temprano la vida se encarga de retribuir y con creces, lo importante es hacer el bien sin esperar nada a cambio y dar sin medida. Aunque nos falte dinero, hogar o recursos, nunca faltará el amor.