Esta es la historia de Baby, un perro que voló sobre el puente del arcoíris tras recibir la primera caricia de su vida. Antes, siempre había vivido atado, sin amor y sin que nadie lo considerara un ser vivo con corazón y alma. Sin embargo, cuando todo parecía ir bien, falleció, pero al menos conoció el Amor con mayúscula.

A veces uno se aferra a la vida solo para experimentar, aunque sea por un instante, algo real. Quizás eso era lo que buscaba Baby, una perra encontrada en condiciones desesperadas en Warren, Ohio. Tras una vida encadenada, Baby conoció una caricia por primera vez , justo antes de abandonarse para siempre. La encontraron en un sótano, atada con una cadena y tendida en el suelo de tierra. Estaba deshidratada, muy delgada y con una infección grave. El olor era insoportable.

Los voluntarios del Proyecto Corazones y Patas Sanas dijeron que nunca habían visto algo igual. Inmediatamente llevaron a la perra a una clínica veterinaria en Salem , donde los médicos hicieron todo lo posible por salvarla. Además de los veterinarios, también había voluntarios a su lado. Le brindaron cariño, consuelo y un poco de paz. La bebé nunca había conocido el amor. Durante unos días, lo disfrutó. La abrazaron, la acariciaron y la miraron con dulzura .

Desafortunadamente, su estado era demasiado grave. Su cuerpo no pudo soportar las heridas ni el sufrimiento. El domingo 11 de mayo de 2025, los médicos decidieron sacrificarla delicadamente en la clínica para no hacerle sufrir más. Los voluntarios se despidieron del perro que cruzaba el puente arcoíris con otra caricia, deseándole un sueño reparador. Prometieron que se volverían a encontrar algún día, más allá del puente arcoíris . Y que su dolor no habría sido en vano.
