La vida para una perrita cambió por completo después de que una pareja le diera la oportunidad de ser parte de la familia. Sin embargo, el pasado de Valentine, nuestra protagonista, estuvo lleno de infortunios que le dejaron algunas cicatrices emocionales.
Desconocía por completo lo que era estar rodeada de personas amorosas, todo era nuevo para ella. Ashley Moses, la madre adoptiva de la perrita comentó al respecto:
“Era muy tímida cuando la conocimos. No se estaba abriendo con nosotros y no pudimos sentir su personalidad durante nuestro encuentro con ella. Se notaba que su espíritu estaba destrozado y se veía tan triste”.
“Desde el momento en que vi su foto, supe que era nuestra perra. Suena cursi, pero fue amor a primera vista. Después de que la adoptamos, ambos tuvimos duda sobre la adopción ¿Podríamos manejar un perro como este? ¿Y si ella nunca se sentiría en confianza? Nunca antes habíamos rescatado un perrito, ¿Qué hacemos con un perro asustado?»
Si bien fue un momento de mucho cuestionamiento y el latente temor de no lograr que la perrita se abriera con ellos, se aferraron la idea de ser parte de su vida y poco a poco ayudarla a salir del caparazón.
El primer día que la perrita llegó a su nuevo hogar, le costó mucho dar el primer paso. Con su pasado tan doloroso, aún no se sentía lista para confiar en las personas.
Sin embargo, todo cambió al día siguiente. Valentine había dejado atrás el temor que la invadía y de manera repentina dejó ver su tierna y juguetona personalidad.
Desde entonces, la pareja ha realizado diferentes actividades para ayudarla a superar sus miedos y sanar por completo las heridas emocionales que le dejó su pasado. Hoy día ya puede subir y bajar las escaleras sin temor y salir a caminar bajo la lluvia.
“Es la niña más feliz a la que le encanta jugar con sus juguetes, le encanta toda la comida y, sobre todo, su familia es lo que más le gusta. Es la perra más expresiva y divertida de todos los tiempos. Estamos muy orgullosos de todo el progreso que ha logrado, estamos ansiosos por amarla para siempre”.
Detrás de cada perrito rescatado hay un pasado lleno de cicatrices físicas y emocionales que muchas veces les cuesta superar. Seamos empáticos y comprendamos que los procesos son distintos para cada uno de los peludos.