Una historia muy triste que demuestra cómo la maldad humana no tiene límites. Todo comienza cuando un hombre encuentra a un perro herido en la calle. Dada su grave estado de salud, decidió pedir ayuda de inmediato. Lo que las autoridades descubrirán en la investigación es realmente horrible: el antiguo dueño del cachorro le disparó en la cabeza porque siempre estaba “demasiado feliz”. El incidente dejó a todos sin palabras.

Cuando lo llevaron al veterinario, todos quedaron impactados: Ice, como lo llamarían, tenía una bala alojada en la cara. Los médicos seguían preguntándose por qué había hecho semejante acto cruel y cómo alguien podía causar tanto dolor a una criatura inocente. Tras la cirugía, que le salvó la vida, se descubrió toda la verdad: el antiguo dueño era el verdadero culpable. Por suerte, el cachorro sobrevivió gracias a la ayuda de personas de gran corazón. No fue fácil para él, pero poco a poco se recuperó por completo.

Desafortunadamente, la crueldad humana nunca deja de existir y nos sorprende constantemente. Ice es prueba de ello: cayó en las manos equivocadas y se arriesgó a morir por culpa de su antiguo dueño. Nada puede justificar un gesto tan atroz, y mucho menos la frase “era demasiado feliz”. Como todos los animales, Ice solo quería sentirse querido.
Por suerte, hoy el gran perro vive una vida mejor con una familia que lo ama con locura y lo protege. Como podemos ver en el video, siempre llevará en su dulce rostro las señales de lo que le hicieron, pero eso lo hizo más fuerte. Obtuvo la vida que merecía, encontró todo lo que lo hace feliz y, por fin, ya no está en las manos equivocadas. Ojalá el culpable haya recibido el castigo que merecía.