Por negligencia o porque las mascotas envejecen, hay familias que de verdad creen que es muy fácil cerrar para siempre los ojos de un perro o un gato. Emu fue el protagonista de una historia muy cruel, asociada con esta actitud.
Aquí es donde todo estaba a punto de cambiar para Emu. Encontró una familia de acogida para vivir y fue llevado a Vet Point para un chequeo y comenzar el proceso de recuperación.
Solo quería que una familia permanente lo amara, pero para un perro mayor, ser adoptado es una posibilidad bastante remota. Emu tampoco estaba en la mejor forma, pero su familia adoptiva no se rendiría.
En un nuevo hogar con una nueva familia, Emu ahora tiene un nuevo nombre: ¡Nutzie! Después de dos meses, Nutzie se instaló con su nuevo hermano, Sahara. Los dos son completamente inseparables, y esta vida es lo que siempre había soñado.
Después de ver la mirada tan triste de este perrito es gratificante conocer cómo se transformó tras recibir el amor y la protección que tanto merecía. Comparte este rescate.