Sin fuerzas y con la mirada perdida, el perro se sentó en el banco, como si esperara que alguien lo salvara.

La vida de Parker dio un giro devastador cuando sus dueños lo abandonaron, dejándolo solo y confundido, sin saber adónde ir. El joven pitbull vagó sin rumbo hasta que el agotamiento lo obligó a acomodarse en un banco del parque.

Desconsolado por su condición, esta buena persona decidió actuar con rapidez y lo llevó al Centro de Cuidado y Control de Animales de Chicago (CACC) para que lo ayudaran.

Para muchos perros, ese podría ser el final… pero no para Parker. Parker está a punto de aprender lo que significa estar seguro. Ser querido. Estar cálido. Estar sano. Y, con un poco de suerte, ser adoptado», compartió el refugio en Facebook .

Una vez que el control de Parker expiró, One Tail at a Time intervino de inmediato para salvarlo, decidido a reescribir su historia. Lo llevaron a un veterinario, donde le diagnosticaron tos de las perreras. Afortunadamente, con la medicación recetada, pronto se recuperó. Parker fue colocado en un hogar de acogida cariñoso, donde comenzó a sentir cariño y atención, posiblemente por primera vez en su vida.

Su familia de acogida quedó maravillada con su carácter apacible. Entrenado para hacer sus necesidades y con buen comportamiento con correa, sus modales indicaban que probablemente había vivido en un hogar antes. A pesar de su pasado incierto, se adaptó rápidamente a su nuevo entorno, mostrando su gratitud a sus familias de acogida con muestras de cariño.

Aunque su tos de las perreras significaba que aún no estaba listo para ser adoptado, el progreso de Parker era prometedor. Su personalidad adorable y su dulce carácter hicieron que su familia de acogida confiara en que sería un compañero fantástico para la familia adecuada.