Muchos recomiendan que lo mejor en momentos de dificultad es mostrar una gran sonrisa de oreja a oreja. Una actitud positiva y llena de esperanzas es precisamente lo que una dulce perrita que vivía en las calles ha logrado enseñarnos con su conmovedora historia.
Acudieron allí lo más pronto que pudieron y se dieron cuenta de que no se trataba de una simple herida. La perrita tenía una enorme masa justo encima de un ojo y comenzaron a temer que podía tratarse de un tumor cancerígeno. Su situación era verdaderamente alarmante.
En cuanto se acercaron a ella notaron que la gran masa estaba comenzando a sangrar volviéndose sumamente incómodo para la visión de la inocente animal y haciendo sus días cada vez más difíciles. No había tiempo que perder, así que la trasladaron directamente a una emergencia veterinaria.
Fue allí donde confirmaron sus peores sospechas. Se trataba de un tumor cancerígeno de transmisión sexual. Este tipo de enfermedades se puede evitar al esterilizar o castrar a tantos animales como sea posible; especialmente a aquellos que hacen vida en las calles.
Tomaron la decisión de someterla a un tratamiento de quimioterapia. Aún así no podían saber con certeza si lograría salvarse. La llamaron Olivia y se dispusieron a apoyarla a lo largo de este difícil camino. La dulce perrita, a pesar de que estaba siendo sometida a un terrible tratamiento se mostraba más feliz que nunca.
Había pasado muchos años en la calle y nunca había recibido ayuda de nadie; así que siempre mostró su mejor sonrisa en una clara señal del gran amor que sentía por sus rescatistas. Gracias a su maravillosa actitud, la hermosa perrita logró sobrevivir. Olivia está pasando sus días en un santuario en donde comparte con otros animales que, como ella, también han sufrido de un pasado oscuro.