Gus es un hermoso perrito mestizo de Husky que tiene una de las sonrisas más encantadoras que jamás hayamos visto. Cuando nació, su familia lo rechazó porque era diferente a los demás.
Por desgracia, su familia nunca supo apreciarlo tal y como era. Un día decidieron dejarlo atrás y el pobre Gus quedó expuesto a los peligros de la calle. Los rescatistas de Black Dog Animal Rescue se hicieron cargo de él.
Melody Rezzonico es una gran amante de los animales. En cuanto supo la historia de Gus comprendió que quería ayudarlo. Lo conoció y quedó completamente encantada con él. Era sumamente dulce y tenía tanta energía que simplemente no podía parar de jugar.
Melody decidió consultar con varios especialistas y tras meses de trabajo crearon una silla de ruedas especial para él. El resultado fue todo un éxito. Desde entonces el hermoso Gus emprende todo tipo de aventuras con Melody y los otros perros de la casa.
Juntos han recorrido muchas montañas y el dulce perrito demostró que no dejará que sus patitas delanteras se conviertan en un impedimento. Cuando realizaban senderismo en algunas zonas de arena o nieve las cosas podían tornarse un poco difícil para Gus.
La energía de este hermoso perrito era tan maravillosa que decidieron hacer lo necesario para que lograra seguir con sus aventuras. Ahora cuenta con diferentes prótesis que le permiten explorar en cualquier tipo de terreno. Definitivamente, no hay nada que pueda detenerlo en su afán por conocer el mundo.