Presentía su cruel destino en sus miradas, y con el corazón roto, se escondió temblando, rogando por una oportunidad de vivir.

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Las familias que se caracterizan por tratar con negligencia a sus mascotas, nunca saben de qué excusa valerse para sacar de sus vidas a estos pobres animalitos, que en el fondo solo piden un poco de amor y de atención.

Cuando los voluntarios de Sidewalk Specials llegaron a la residencia donde vivía la pobre Unicorn, lo que hallaron fue un caso lamentable de malos tratos y crueldad animal. La perrita estaba desnutrida, deshidratada, enferma, con varias lesiones, y… ¡solo tenía un año de edad!

La eutanasia no es para nada el estilo de los rescatistas de Sidewalk Specials, así que al llegar al hogar de la perrita, supieron que les esperaba un largo camino de rehabilitación y sanación… ¡siempre que la pequeña se dejara atrapar!

Unicorn fue llevada a Ciudad del Cabo y muy pronto alguien se interesó en ayudarla. La perrita no solo fue puesta bajo atención veterinaria, también encontró a la familia perfecta para dejar atrás la pesadilla que vivió en sus primeros meses de vida.

Unicorn tiene hoy en día una historia muy distinta que contar. Está sana, feliz, y puede contar con alegría que fue una sobreviviente de la negligencia.

Comparte con otros el viaje de sanación y esperanza de Unicorn, es seguro que les encantará.