Animal Aid Unlimited (AAU) es una organización trabajadora que ayuda a los animales necesitados en la India. Los rescatistas se enfrentan cada día a situaciones peligrosas y trágicas. En junio de este año rescataron a un perro que estaba casi muerto. Yacía, completamente sin vida, debajo de un coche con los ojos cerrados. Decenas de moscas zumbaban a su alrededor como si fuera un cadáver.
Fuente: Animal Aid Unlimited
La primera impresión del equipo de rescate fue que el perro estaba muerto, pero a medida que se acercaron notaron que su corazón latía y respiraba muy levemente. Atónitos, sabían que tenían que actuar rápido. Lo envolvieron con una manta y lo llevaron al albergue de la AAU.
Fuente: Animal Aid Unlimited
A su llegada, el equipo médico examinó al perro y descubrieron que su temperatura corporal eга extremadamente baja; la muerte estaba tan cerca que casi podía saborearla. Los veterinarios hicieron todo lo posible para calentarlo y ponerle un goteo intravenoso y, afortunadamente, Después de una hora de cuidados intensivos, el cachorro abrió los ojos y pareció cobrar vida.
Fuente: Animal Aid Unlimited
Sin embargo, aún incapaz de moverse, miró a su alrededor y se dio cuenta sin lugar a dudas de que había sido salvado.
“Este pequeño espíritu amable nos ha asombrado”, afirma la organización en su sitio web . Al cabo de unas pocas horas ya intentaba febrilmente ponerse en pie a cuatro patas. Pero todavía eга demasiado pronto y, a pesar de sus mejores esfuerzos, el cachorro sólo pudo mantenerse erguido por sí solo durante unos segundos.
Fuente: Animal Aid Unlimited
Este fue el comienzo de un largo período de recuperación con algunos avances y algunas recaídas. El perro padecía una infección respiratoria que necesitaba un tratamiento intenso.
Pero Oliver, como lo habían bautizado sus salvadores, no estaba dispuesto a darse por vencido. Dos meses después, gracias a su determinación y a la experiencia del equipo médico, el joven cachorro se encuentra bien de nuevo. Su transformación es verdaderamente conmovedora.
Fueron su espíritu joven y su energía los que le ayudaron a aguantar. Su infección pulmonar es sólo un recuerdo lejano. Oliver se convirtió en el mejor amigo de la mayoría de los otros perros del refugio y no puede dejar de lamer a sus rescatadores cada vez que los ve.
