No sufrió ningún accidente, enfermedad, estaba saludable comportándose como cualquier perrito guardián lo haría, su trabajo era excelente, cuidaba la propiedad de sus dueños, en el Cairo, Egipto.
Este perrito pasó de la noche a la mañana, de ser un perro que estaba alerta y cuidaba la casa, a estar sin un lugar para vivir, en la calle abandonado a su suerte.
Encontró como refugio meterse debajo de un coche y acurrucarse para dormir.
¿Qué hizo? Solo ladrar y avisar que desconocidos se aproximaban demasiado a la propiedad para que con una crueldad desmedida los delincuentes le cortaran su nariz. ¡Qué dolor!
Desde ese día su vida se convirtió en una triste agonía, nunca volvería a recuperar su nariz arrancada sin piedad, vivía desolado y con dolor.
Lo que jamás se hubiese imaginado es que emprendería un largo viaje que cruzaría fronteras, esta vez tomaría un rumbo que compensaría tanto sufrimiento.
Anubis fue el nombre elegido para llamar a este ser de bellos ojos castaños y mirada tierna, que había comenzado una nueva vida, para dejar atrás el sufrimiento y cambiarlo por el amor y alegría que se merece.
Era un largo viaje que se hizo maravilloso gracias a las personas que voluntariamente se sumaron para entregarle esta vez mucho amor en cada parada, alimentos y el tratamiento necesario para su recuperación.
De esta forma SNARR pudo transportarla a los Estados Unidos, aterrizando en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en la ciudad de Nueva York.
Olney, pasó una semana en Maryland, luego por Tennessee hasta llegar a Fort Worth, Texas, donde le estaría esperando sin importarle su apariencia física y con los brazos abiertos, su familia de acogida, donde permanecería seis meses.
La familia está fascinada con Anubis y Lauren Connelly, de SNARR, y dijo que hay una buena posibilidad que se convierta en su familia para siempre, al lado de un perro ciego rescatado por ellos que desde que se conocieron se tratan como hermanos, demostrándose mutuo afecto.
Puedes visitar la página web aquí y apoyar la misión de la organización SNARR para seguir dando esperanza a los que creen haberla perdido.