Perrita con patitas vendadas lucha por sobrevivir en la calle, hasta que un corazón amable cambia su destino

Una perrita callejera estuvo al borde de la muerte, de no haber sido por la compasión de algunas personas que decidieron ser ese instrumento de luz y amor que tanto necesitaba, su final hubiera sido feliz.

perrita

Muy herida y completamente vulnerable, la perrita fue rescatada de una calle en Calcuta, India. Afortunadamente, las personas que la encontraron llegaron a tiempo y le evitaron un desgarrador final.

El grupo de personas que la rescató la trasladó a un centro clínico veterinario donde recibió toda atención que necesitaba.

Para el personal veterinario fue todo un reto quitar las vendas que cubrían sus patitas traseras, todo indicaba que tenían tiempo por lo que terminó pegándose demasiado a la piel.

Como si fuera poco, tenía algunas heridas abiertas e infectadas en varias partes de su cuerpecito, los gusanos parecían estar ganando la batalla, por lo que sus cuidadores debieron hacer un arduo trabajo para sacarlos, limpiaron la zona y dejaron que cicatrizara con el paso del tiempo.

Por un tiempo, la perrita estuvo con la mitad de su cuerpo vendado, pero esta vez estaba en las manos correctas y recibiendo toda la atención que necesitaba.

La dulce peludita fue llamada Scooter y trasladada un refugio local donde velaron por su bienestar hasta que encontró un hogar amoroso para siempre.

El proceso de recuperación para la dulce Scooter no fue fácil, fue sometida a varias cirugías, recibió muchos antibióticos, vitaminas y terapias.

Todo el tiempo estuvo bajo el cuidado del personal del refugio, quienes siempre la hicieron sentir especial y nunca la abandonaron pese a las dificultades que presentó.

Después de varios meses, la perrita volvió a sonreír y esto llenó de esperanza a quienes apostaron por su bienestar y desde el primer día hicieron lo posible por  salvarla.

Con el paso del tiempo, la perrita ganó fuerza, recuperó confianza y fue revelando su tierna y juguetona personalidad.

Cuando estuvo completamente sana, fue trasladada a Virginia-Estados Unidos donde fue acogida por la familia de Alexandra, en su nuevo hogar decidieron bautizarla como Buddy.

Para esta dulce perrita superar su pasado fue todo un reto, pero gracias a la compasión de algunas personas que se detuvieron a ayudarla, y a otros ángeles terrenales que llegaron para aliviar su pena, hoy día disfruta de una vida donde es completamente feliz y amada.