Unos minutos de nuestro tiempo pueden ser suficientes para cambiar para siempre la vida de alguien más. El trabajador de una construcción se encontraba en su jornada diaria cuando notó a una cachorrita aullando desesperadamente.
La situación de la pequeña era grave. Los voluntarios del refugio quedaron conmovidos con ella y decidieron llevarla lo más rápido posible con un veterinario. Su piel se veía muy mal pero realmente no sabían de qué se trataba. Una serie de exámenes dieron los resultados.
La pequeña sufre de un trastorno llamado celulitis juvenil. Se trata de algo muy poco común; pero con la atención y el cuidado necesarios pueden llevar una vida normal.
Las marcas en su piel se encontraban en un nivel muy avanzado así que sólo con constancia y mucha dedicación la dulce Parmesan logrará recuperarse al cien por ciento. Ella, mientras tanto, no hace más que agradecer todo el cariño que le han dado sus rescatistas.
A pesar de que en muchas ocasiones puede sentir dolor, deja que la curen y la ayuden con muchísima paciencia. Es una suerte que la linda Parmesan encontrara ayuda con alguien justo a tiempo. Con tan sólo dos meses de edad y una condición en la piel tan delicada, es muy poco probable que lograra sobrevivir sin la ayuda de su madre.
Todos los perritos merecen una vida digna, especialmente si se trata de cachorros que sólo necesitan un poco de amor y atención médica.