Paralizado y solo entre escombros, el perro pasó días esperando ayuda, hasta que una mano compasiva transformó su destino.

La historia que estás a punto de leer trata sobre una perra cuyo destino parecía sellado para siempre. El cambio de rumbo que se produjo en su vida, marcado por el sufrimiento, demuestra que es deber de todos contribuir a transformar la vida de estos pobres animales. Desde el abandono hasta la parálisis, Martha —así se llama la desafortunada pastora alemana— lo ha vivido todo.

Probablemente, antes de quedar abandonada, Martha era una perra guardiana en una obra en construcción, donde unos voluntarios la encontraron. Al parecer, sus dueños, tras usarla para sus propios fines, se dieron cuenta de que no tenían los medios para cuidarla. Así que, estos dueños irresponsables dejaron que Martha sufriera mucho tiempo antes de recurrir a alguien competente.

Para cuando decidieron llamar a los voluntarios de The GoGo, ya había pasado demasiado tiempo. De hecho, Martha probablemente había empezado a sentirse mal unas semanas antes. Las condiciones en las que los rescatistas encontraron a la pastora alemana eran prueba de ello. La perra, de hecho, yacía sobre tierra y orina, inmovilizada debido a las fracturas en ambas patas traseras. La gravedad de las fracturas era tal que los veterinarios asumieron de inmediato que Martha nunca volvería a caminar por sí sola.

Desafortunadamente, las predicciones resultaron ser correctas, pero la ayuda de una silla de ruedas y el cariño de los voluntarios permitieron a Martha afrontar una recuperación tranquila. Mientras se familiarizaba con el nuevo dispositivo con ruedas, llegó el momento decisivo. Una joven pareja de enamorados decidió adoptar a la perrita, garantizándole un futuro lleno de cuidados y cariño . Estamos seguros de que Martha por fin tiene la oportunidad de vivir en paz, como siempre se ha merecido.