Abandonada en la calle, la pequeña Luna tuvo que enfrentarse a peligros que sólo los callejeros conocen. A la perra no le resultaba fácil saber hacer malabarismos entre una dificultad y otra y su cuerpecito empezaba a sentir los efectos de ese enorme esfuerzo. Cuando la encontraron, Luna ya estaba sufriendo mucho pero por suerte aún estaba a tiempo de recibir tratamiento y tener una nueva oportunidad en la vida.
La pequeña protagonista de esta historia se llama Luna. El perro tenía sólo 4 meses y pesaba alrededor de 1,2 kg. La cachorrita se encontró viviendo en la calle después de que personas sin escrúpulos la abandonaran, sin importarles lo que sería de ella.
Sobrevivir a las dificultades que imponía la vida fue una tarea difícil para Luna. Su cuerpecito empezaba a sentir la enorme tensión de vivir así. Sufriendo, desnutrida y enferma, Luna necesitaba ayuda urgentemente.
Y entonces una persona, Yuri Mar Bc, se fijó en la perra y no dudó en recuperarla. Dejarla en esas condiciones significaba llevarla a una muerte segura. En cambio, la cachorrita pudo acudir al veterinario gracias a su salvador. Después de hacerle una radiografía y una ecografía, resultó que el hígado, los intestinos y los riñones estaban muy enfermos. La pequeña Luna tuvo que recibir atención médica de inmediato.
Pero gracias a la atención y al repentino cariño recibido, el perro consigue afrontar lo mejor posible estos problemas de salud. Y no solo. El cachorro encontró un hogar inmediatamente. Una niña dulce y cariñosa estaba dispuesta a darle todo su amor.
La vida de Luna ha cambiado por completo. Después de las enormes dificultades relacionadas con los problemas de la vida en la calle, el perro encontró un lugar seguro y cómodo para vivir.
Junto a ella un precioso gato para hacerle compañía. Los dos ya se han unido mucho e incluso juegan juntos a menudo.