A la pobre cachorrita le urgía ayuda especializada pero sólo encontró las buenas intenciones de un amable vecino
La vida de la perrita estaba siendo lo más ingrata y peligrosa. Pero por suerte, un vecino la había estado alimentando cuando el bolsillo se lo permitía. Puesto que no tenía más recursos, dentro de sus posibilidades, la cuidaba como podía.
La perrita a la que el vecino llamó Suzie, tenía su pierna hinchada y una herida en la cabeza
Afortunadamente, los ángeles de Animal Aid, reconocidos a nivel mundial por sus impactantes rescates y profundas transformaciones de animalitos operadas por el amor, aparecieron en el momento justo.
En un intento de aliviar sus heridas, pero sobre todo su ánimo bastante alicaído, la llevaron rápido al hospital que tienen cerca, donde atienden a todo animalito que llega a sus manos.
Si bien tenía una fractura importante, pero nada que no se pudiera solucionar, lo que más les preocupaba era que la niña estaba demasiado asustada y muy insegura de todo. Le dieron algunos analgésicos para comenzar y una gran dosis de amor para que recuperara la confianza.
Luego procedieron a poner una férula en su pierna y vendar su herida. Decidieron que lo mejor sería que descansara mucho para ver si así regresaba el espíritu jovial propio de una cachorra, que parecía que estaría ausente por un buen tiempo.
Si bien el dolor disminuyó, sus ojos de angustia y tristeza no se iban. Por lo que sus héroes se esmeraron en tratarla con mucha delicadeza y amor.
En un momento, vieron cómo con sus ojos llorosos, ella los miraba fijamente. Todavía deprimida pero muy agradecida, sabía que estaban haciendo todo por devolverle la alegría.
Una mirada que jamás podrán olvidar y que los conmovió profundamente
Si tendrían que elegir a alguien con quien quedarse el resto de su vida, era Suzie. Y es que, la manera en cómo los miraba, realmente tocó sus entrañas. Es por eso que se comprometieron más en luchar hasta el final por verla sonreír de nuevo.
Ellos dijeron que no podían considerar su curación completa hasta que no la vieran corretear, mover su cola y ser una perrita feliz.
Suzie comió y recibió todos sus medicamentos. Pero todavía parecía enferma. Así que sólo les quedaba una cosa por hacer…
Muchos internautas no han dejado de enviar sus buenos deseos para estos héroes: «Ustedes son ángeles que caminan por esta tierra. Amo lo que hacen y cómo lo hacen… Con tierno cuidado y amor por estos animales que de otra manera serían indefensos».
Los cachorros deben ser felices cada minuto. Esta historia nos devuelve la fe en la humanidad. Qué hermoso ver a otro perrito más que vuelve a sonreír gracias al amor.