Una perra callejera en México necesitaba urgentemente ayuda humana. Los lugareños la apodaban “Gárgola” por su apariencia. Su piel se parecía más a la de un elefante que a la de un can. Estaba delgada y llena de sarna. ¡Pobrecita!

Una pareja, Alex y Brady, voló de Canadá a México para salvar a animales necesitados. Cuando Brady la recogió y la abrazó, ella no supo qué pensar, pero estaba demasiado débil para intentar escapar. Una vez seguros en el coche de la pareja, llegó el momento de ir a la clínica veterinaria.

El veterinario no les dio buenas noticias. Sus análisis de sangre revelaron varios problemas y necesitaba un tratamiento con esteroides. Por suerte, el veterinario les dio buenas noticias: la pareja podría recogerla más tarde ese mismo día. El veterinario seguía llamándola “Mija”. A Alex le encantó el nombre y se le quedó. Mija tenía un largo camino por delante, pero ahora contaba con el apoyo de sus amorosos rescatadores.

El plan de la pareja era acoger a Mija hasta que estuviera lo suficientemente sana como para ir a un hogar permanente. Alex y Brady llevaban a Mija a la playa todos los días para que hiciera algo de ejercicio, pero, claro, primero tendría que fortalecer sus músculos. Lo que empezó con unos pocos pasos al día, se convirtió en algo tan milagroso que hizo llorar a su madre de acogida. Su historia continúa a continuación, ¡y te dejará boquiabierto! Gracias, Alex y Brady, por darle a Mija una segunda oportunidad.