En un barrio difícil, un lugar donde la vida no es fácil, hay una historia sobre un perro viejo llamado Chucky que realmente te hace pensar en lo cruel que puede ser la gente. Chucky, de unos catorce años, ha pasado por mucho. Es un perro amigable que ha pasado la mayor parte de su vida en un entorno hostil. Les contaré su historia.

El viaje de Chucky comenzó con un bache cuando un coche le atropelló el pie. Su dueño, preocupado y triste, pidió ayuda a Sidewalk, una organización de esterilización masiva y rescate canino. Llevaron a Chucky al veterinario de inmediato y, gracias a las donaciones, recibió el tratamiento que necesitaba para volver a caminar.
Con el paso de los años, Sidewalk no se olvidó de Chucky. Volvían una y otra vez para ver cómo estaba, asegurándose de que estuviera bien y ayudándolo con nuevos problemas, como la artritis. Incluso cuidaban de sus amigos perros del vecindario, poniéndoles vacunas y asegurándose de que estuvieran sanos.

Pero las cosas se pusieron feas de nuevo cuando unas personas crueles lastimaron a Chucky con una pala . Su dueña estaba desconsolada y temerosa por él. Dijo: «Solo quiero que esté a salvo y que no le duela tanto como ahora». Sabía que ya no era seguro para él. Entre lágrimas, le pidió a Sidewalk que encontrara un lugar más seguro para Chucky.