La vida de Repollita, como le pusieron al cachorro, no ha sido nada fácil. Los rescatistas lo salvaron en un momento crítico porque estaba a punto de ahogarse. Al encontrarlo, muchos se conmovieron por su condición: tenía las patas atadas y la cara vendada. No tenía esperanza de sobrevivir si no lo encontraban a tiempo.
Al ver las imágenes de Repollita, uno se pregunta cuánta crueldad existe en este mundo. Tan solo pensar en algo así es inhumano; poder hacerlo es criminal. Dejar a un perro con las patas atadas y la cara sellada con cinta adhesiva para que ni siquiera pueda pedir ayuda es algo atroz.
Y así se encontraba Repollita cuando los rescatistas la encontraron. Estuvo a punto de ahogarse, por lo que la salvaron en un momento crítico. Llevada de inmediato a la clínica veterinaria, la perra recibió la atención médica necesaria.
Repollita estaba muy cansada por todo lo que había pasado. Estaba agotada y muy debilitada . Los veterinarios locales, tras examinarla, se dieron cuenta de que la perra tenía parvovirus, una infección altamente contagiosa que, si no se trata adecuadamente, puede tener consecuencias muy graves.
El perro respondió muy bien a los medicamentos y a los tratamientos recibidos. Comenzaba una nueva etapa en la vida de Repollita.
Día tras día, el cachorro ganaba más fuerza y energía. Sus patas, antes atadas, habían recuperado la movilidad total y podía moverse con facilidad.
Los rescatistas la salvaron a tiempo. Si hubiera pasado un solo día, su vida habría terminado de esa manera trágica.
La gran fuerza de Repollita ha conquistado a todos. Su carácter enérgico y juguetón es su característica predominante.