La perra madre, con lágrimas en los ojos, se aferró a su cachorro como suplicando que lo cuidaran por ella.

Cuando recibieron una llamada sobre una perra callejera y sus cachorros recién nacidos que buscaban refugio cerca de una fábrica, los rescatistas supieron que debían actuar con rapidez.

A pesar de la evidente desesperación de Cura, su instinto maternal la hacía desconfiar de los humanos. Protegía a sus cachorros con fiereza, sin permitir que nadie se acercara. La situación se volvió aún más desgarradora cuando el equipo descubrió que tres de los cachorros no sobrevivieron. Decididos a ayudar a la familia, los rescatistas les ofrecieron comida con la esperanza de ganarse la confianza de la madre.

Los rescatistas pronto notaron que Cura estaba herida, lo que hizo que su rescate fuera aún más urgente. Mientras los cachorros, ávidos de alimento, se acostumbraron rápidamente al equipo, Cura se mantuvo cautelosa. En sus intentos por escapar, quedó atrapada entre dos postes de luz de concreto. Un rescatista tardó dos horas y media en entrar con cuidado y liberarla.

Una vez reunida con sus cachorros sobrevivientes, Cura fue llevada a un hospital veterinario. A pesar de sus mejores esfuerzos, los peores temores del equipo se hicieron realidad. Las heridas de Cura fueron demasiado graves y falleció. Los rescatistas estaban desconsolados, pero inspirados por su inquebrantable fuerza al proteger a sus crías hasta el final. Los cachorros sobrevivieron gracias a su amor y devoción inquebrantables.

El equipo veterinario trató de inmediato a los cachorros contra pulgas y parásitos y les inició un régimen de alimentación nutritiva. Bajo el cuidado de sus rescatadores, los cachorros comenzaron a sanar. Poco a poco, recuperaron el apetito, se fortalecieron y se volvieron más juguetones cada día.

Seis meses después, todos los cachorros de Cura encontraron hogares amorosos. Dos hembras fueron adoptadas juntas, disfrutando de sus días jugando en un amplio jardín y recibiendo el cariño infinito de su nueva familia. Sus machos, al principio tímidos, pronto florecieron en sus nuevos hogares, encontrando la seguridad y el amor que habían extrañado durante tanto tiempo.