Rescatado de una teггіЬɩe condición, el pobre perro quedó cubierto de pulgas blancas y su cuerpo golpeado por las mordeduras de otros perros. Su mirada triste y melancólica pedía ayuda desesperada y una persona lo sacó de esa teггіЬɩe situación.
El pobre perrito vivía en el refugio Praca, una perrera que fue noticia por las pésimas condiciones en las que vivían los animales. Entre ellos se encontraba este dulce cachorrito que se vio muy afectado por la situación. Sus patas traseras estaban deformadas y ya no tenía cola.
Cuando Edina Pasic llegó al refugio para animales callejeros y abandonados, inmediatamente notó a este perrito triste. Sus ojos melancólicos clamaron pidiendo ayuda. El cachorro tenía mordeduras de otros perros en todo el cuerpo. Desde muy pequeño sufrió constantemente la opresión de los mayores. Además, su cuerpo eга desproporcionado: su cabeza y su pecho eran mucho más grandes que el resto.
“Cuando le puse la comida delante, él simplemente se acostó sobre la comida, en la esquina de la caja, y me miró con esos ojos tristes” – dice Edina. El veterinario que lo examinó estaba muy preocupado de que pudiera quedarse ciego por pasar tanto tiempo en la oscuridad.
Edina no dudó ni un momento y decidió que no podía dejarlo allí. “Además de las picaduras, estaba cubierto de pequeñas pulgas blancas y negras. Su pelaje está en pésimas condiciones. Él tose. ¡Necesita ver a un veterinario lo antes posible! – escribe Edina en su historia.
Edina lo salvó. Al cabo de unos días llegó el momento de realizar una visita exhaustiva al veterinario para conocer su estado de salud. El perro nació con estas anomalías físicas y no se podía hacer nada. La única cirugía posible eга la de la cadera.
“Está muy asustado ahora mismo, tiene miedo de todo, sólo quiere esconderse en un rincón. Le tiene miedo a la gente, a los coches, incluso cuando dos personas hablan, parece ansioso. Le tiene miedo a los otros perros y cuando lo abrazo fuerte, su corazoncito late tan rápido que me llena de tristeza. Le prometí que todo esto mejorará y que será uno de los perros más felices que jamás haya existido” – dijo Edina emocionada.
Y así fue. El perrito ha recuperado su energía y fuerza física. Después de cuatro meses encontró un hogar y una chica cariñosa que cuidaría de él. Le rebautizaron Príncipe y ahora vive en Finlandia.