Escena Macabra: Leopardo e Hiena Despedazan un Jabalí Vivo en una Salvaje Exhibición de Comportamiento Predatorio

Este desafortunado jabalí se encontró entre la espada y la pared. En este caso, entre un leopardo y una hiena muy hambrientos, que despedazaban al jabalí mientras luchaban por él, ¡todo mientras aún estaba vivo! 🫣

“Habíamos estado rastreando al leopardo durante todo nuestro safari y finalmente logramos encontrarlo. Instantáneamente supe que estaba cazando, específicamente jabalíes, ya que caminaba de montículo de termitas a montículo de termitas, deteniéndose por un momento y luego seguía adelante.”

Esto fue solo el principio, y el leopardo aún tenía que sacar al gran jabalí de su madriguera y luego sofocarlo con éxito. Con toda su fuerza y la ayuda del sólido montículo de termitas, el leopardo pudo sacar al jabalí.

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El jabalí chilló pidiendo piedad tan pronto como fue sacado de la madriguera, pero el leopardo no tenía la intención de soltarlo; estaba tan cerca del éxito que, en este punto, prácticamente podía saborearlo.

Lo que el leopardo no sabía era que algo observaba cada uno de sus movimientos y esperaba pacientemente para colarse y robar su comida. Justo cuando pensó que tenía el tiro perfecto, una hiena bajó corriendo con la completa intención de llevarse el jabalí del leopardo.

Esto sorprendió al leopardo, pero aún así, no estaba dispuesto a soltar fácilmente.

Y así comenzó: un juego de tira y afloja entre dos depredadores principales: un leopardo y una hiena. ¿Y cuál era la “cuerda”? Bueno, era el jabalí vivo.

La hiena tiraba, y el leopardo se aferraba con los dientes por su vida. La hiena tiró tan fuerte en un momento que arrancó la piel de toda la pata trasera del jabalí. ¡Y sí, el jabalí todavía estaba vivo!

Finalmente, después de un tiempo, la hiena se dio cuenta de que no iba a poder llevarse al jabalí, así que comenzó a comerse al jabalí mientras el leopardo aún intentaba matarlo. Definitivamente, fue una dura lección sobre la realidad de la naturaleza.

Al final, la hiena logró arrebatarle el jabalí al leopardo, y su amigo se unió al festín. El leopardo se quedó con las manos vacías y se vio obligado a buscar otra presa. Agregando más combustible a esta fascinante rivalidad ancestral.