Tras encontrar un perro abandonado a la orilla de una carretera en Mantua, unas personas amables contactaron de inmediato al veterinario más cercano. Desafortunadamente, el perro llevaba un collar eléctrico alrededor del cuello.

Una voluntaria de 4Zampe nel cuore Italia encontró al peludo amigo e inmediatamente intentó hacer algo. Pensó que lo habían atropellado, pero al acercarse descubrió la verdad. El perro estaba en el suelo, indefenso.
El collar eléctrico es ilegal en Italia porque causa un sufrimiento terrible a los amigos de cuatro patas. Tato , así se llamaba el perro grande, no lo soportó más. Cuando llegó la ambulancia veterinaria, escanearon el microchip y localizaron al dueño.

Los veterinarios y voluntarios han pedido explicaciones sobre lo sucedido. Parece que es un cazador de la zona, pero nadie ha entendido aún por qué dejó a su amigo de cuatro patas tirado en la cuneta en esas condiciones.
Ahora intentamos comprender mejor qué sucedió y la ATS trabaja arduamente para descubrir la verdad. Pero, lamentablemente, los veterinarios tuvieron que devolver el perro a su legítimo dueño. No pudieron hacer nada más.

Todos los veterinarios que lo atendieron, junto con los voluntarios, no se rendirán y tratarán de supervisarlo para asegurarse de que esté bien. No tuvieron otra opción, pero no olvidarán lo sucedido. Este perro ya ha sufrido bastante y todos esperan un final mejor para él. ¡Estoy seguro de que lo tendrá!