Ver animales abandonados siempre nos conmueve, pero cada nueva historia nos llena de dolor e incredulidad. La idea de que alguien abandone a una criatura indefensa e inocente a su suerte en condiciones inimaginables es difícil de comprender.

Samantha Dix, una dedicada rescatista de animales de Street Life To The Sweet Life , ha vivido momentos de angustia. Con sede en Houston, Samantha lleva años rescatando animales en situaciones desesperadas, brindándoles el cuidado y el amor que tanto necesitan. Sin embargo, incluso para alguien con tanta experiencia como ella, encontrar a Tully fue un momento impactante.
Todo empezó con una llamada: un reporte de un cachorro abandonado cerca de un contenedor de basura, inmóvil y en estado crítico. Samantha no lo dudó. Corrió al lugar, temiendo lo peor, pero esperando lo mejor.

Durante esos días cruciales, Samantha y el equipo veterinario celebraron cada pequeño logro. Que Tully pudiera volver a ponerse de pie, comer y menear la cola fueron momentos de triunfo. Samantha documentó la trayectoria de la cachorra y compartió actualizaciones con sus seguidores, quienes rápidamente se enamoraron del espíritu de Tully.

“Es una locura lo rápido que se recuperó con la atención de urgencias”, compartió Samantha en Instagram.
¡Tully lo logró! Sobrevivió a una gran carga de parásitos. Ahora regresa a casa con su madre adoptiva.
Una vez que se estabilizó, Tully fue colocada en un hogar de acogida cariñoso donde continuó su recuperación. Rodeada de cariño y atención, se convirtió en una cachorrita juguetona y cariñosa. Su madre de acogida la describió como un “pequeño tesoro” que amaba los mimos, las caricias en la pancita y jugar.

A medida que los días se convertían en semanas, se hizo evidente que Tully estaba lista para el siguiente capítulo de su vida. Samantha y su equipo comenzaron a buscar el hogar perfecto para siempre. Estaban decididos a encontrar a alguien que la amara y cuidara como se merecía.
Sus esfuerzos dieron frutos cuando una amable mujer de Wisconsin se puso en contacto con ellos y expresó su deseo de adoptar a Tully. Tras considerarlo detenidamente, el equipo decidió que era la pareja perfecta.

Su paso de cachorro abandonado en un contenedor de basura a familiar querido es un poderoso recordatorio de la resiliencia de los animales y el impacto de la bondad humana. Samantha, el equipo veterinario y la madre adoptiva de Tully desempeñaron un papel fundamental en la transformación de su vida.