Una perra se esforzaba por cuidar a sus crías, soportando condiciones difíciles sin rendirse. Sin embargo, a menudo se enfrentaba al mal tiempo y al tráfico cercano, lo que la obligaba a correr hacia sus cachorros para protegerlos.

Los transeúntes los ignoraban o simplemente pasaban de largo, algo profundamente desalentador. Los rescatistas proporcionaron comida a la familia, pero los cachorros se mantenían cautelosos y se mantenían alejados de los desconocidos. A pesar de su aprensión, los rescatistas lograron meter a Misha y a sus cachorros en un coche. Temblaban de frío y su supervivencia era incierta sin intervención.

Una vez en el vehículo, los cachorros se resistieron a alimentarlos; se resistían a aceptar comida de desconocidos. Al principio, Misha parecía ansiosa, pero se tranquilizó al darse cuenta de que se dirigían a un entorno más seguro. Los rescatistas llevaron a la familia canina a una clínica veterinaria para una revisión exhaustiva. Misha observaba nerviosa a los veterinarios mientras examinaban a sus cachorros.

Gracias a los rescatistas, Misha y sus cachorros encontrarán a sus familias definitivas y vivirán felices. Los cachorros y su madre ya no tienen que soportar las penurias del frío ni el hambre. Ahora están en un lugar seguro donde pueden vivir el resto de sus vidas con seguridad y comodidad.