La vida para un perrito abandonado está llena de infortunios donde cada día es un reto para sobrevivir a las penurias que la calle le ofrece.

Esta es la historia de un perrito que por mucho tiempo estuvo agonizando de dolor, sin tener casi movilidad, desnutrido y con la mirada triste.

Ijzendoorn no podía creer lo que estaba viendo ni mucho menos imaginar la dolorosa situación en la que se encontraba el perrito y decidió ayudarlo.

La joven intentó indagar un poco con la esperanza de encontrar alguna respuesta que la ayudara a comprender la situación del perrito, pero solo descubrió que vivía completamente solo en un granero abandonado muy cerca de la carretera donde lo había visto tirado.

Pese a la terrible situación en la que se encontraba, Fos siempre fue muy receptivo, cada vez que lo visitaban su ojitos tenían un brillo especial, le demostraba su cariño con dulces besos y a su manera le agradecía todo lo que estaban haciendo por él.

Cuando un veterinario atendió a Fos determinó que debido a la gravedad de sus lesiones el tierno perrito había sido maltratado en el pasado.

El perrito no podía estar más feliz. Al fin pudo tener una familia que lo cuidaría y llenaría de amor sin importarle el pasado que pudo tener.
Un gesto de amor que terminó por transformar la vida de un perrito.

Fos no puede estar más feliz de haber encontrado una familia que lo cuide y le de todo el amor que se merece. Sin importar las cicatrices de su pasado lo más importante es que su familia esta siendo todo lo posible porque su presente este lleno de amor e infinita alegría