Drama en la naturaleza: La heroica resistencia de la madre alce contra el implacable ataque de los lobos para proteger a su recién nacido en la naturaleza de Alaska.
Estas increíbles imágenes muestran la escena mientras se desarrollaba una titánica batalla a vida o muerte entre una madre alce defendiendo a su cría y una manada voraz de lobos.
Lucha a vida o muerte: Esta madre alce carga contra un lobo mientras intenta desesperadamente defender a su cría de una semana de edad para evitar que se convierta en el almuerzo.
Rodeada: Pero a medida que llegaban más miembros de la manada, la situación se volvía cada vez más desesperada para la acosada madre y su cría.
Peligro grave: El nervioso ternero se esconde junto a su madre mientras la voraz manada de lobos entra en el estanque donde ella está haciendo su última defensa.
Naturaleza salvaje: El agua salpica debajo de su enorme figura mientras la madre alce lanza un ataque al primer lobo hambriento que se acerca demasiado.
Furia: Un lobo queda atrapado en el tumulto mientras la alce golpea con sus pezuñas, haciendo que el agua vuele a su alrededor.
Ataque desde todos los lados: Pero incluso mientras ahuyenta a un lobo, otro se desliza en las aguas detrás de ella para acechar a su cría.
Combate mortal: Los lobos se deslizan en el agua mientras la madre y su hijo asustado esperan el embate.
“Fue un espectáculo en tiempo real de la naturaleza desplegándose ante nuestros ojos. El ternero buscó protección bajo el vientre de su madre, mientras ella ahuyentaba a la manada con sus mortales pezuñas”.
Furia: Un primer plano muestra lo cerca que llega uno de los lobos de ser aplastado bajo las pezuñas letales del alce.
Temible: Sintiendo que estos podrían ser los últimos momentos de su hijo, la madre desesperada lucha en todos los frentes para intentar alejar a los lobos.
Conclusión inevitable: A pesar de su valentía, sin embargo, no puede igualar el número y la astucia de la manada de lobos y eventualmente comienzan a hundir sus dientes en el joven.
¡Todavía no se rinde! Advierte a uno de los depredadores propinándole una fuerte patada en la cabeza con su pata trasera.
Sin esperanza restante: Finalmente, ella abandona la lucha, ya que la manada logra matar al ternero de una semana de edad y posteriormente lo arrastran para su cena.
“Pero los lobos eran astutos e implacables, y con el tiempo arrastraron al ternero lejos de la madre”.