Un perro fue encontrado muerto y otro severamente demacrado en uno de los “peores casos de bienestar animal” que un juez haya visto jamás.
Imágenes “escalofriantes” mostraron las condiciones en las que dejaron a dos perros Tommy Johnson, de 31 años, y Sophie Baker, de 25, de Allenton, Derby, quienes fueron sentenciados en el Tribunal de Magistrados de Derbyshire el 23 de septiembre después de declararse culpables de dos delitos contra la ley de bienestar animal cada uno en audiencias anteriores.
El tribunal supo que la pareja vivía en una dirección en la calle Thackeray, Sinfin, pero se mudó a casa de un familiar y dejó dos perros , Buster y Layla, de raza bull, en su garaje. Inicialmente, Johnson visitaba a los perros todos los días para alimentarlos, pero esto se redujo a cada pocos días.
Un miembro del público contactó a la RSPCA para informar que había un perro muerto dentro del garaje, que también estaba lleno de heces. Cuando la RSPCA acudió, el 27 de enero de este año, encontraron el cuerpo demacrado de Buster en el garaje, mientras Layla se negaba a separarse de él.
En una declaración presentada ante el tribunal, la inspectora de la RSPCA , Louise Marston, declaró: «Layla parecía increíblemente triste y era evidente que estaba muy apegada a Buster. En mis 12 años de carrera, nunca había visto a un perro actuar así y fue doloroso presenciarlo, especialmente dadas las condiciones ambientales y el estado físico de ambos perros».
Al describir las condiciones dentro del garaje, la Sra. Marston declaró: “Pude ver que el suelo estaba lleno de basura sucia y cubierta de excrementos de perro. Había excrementos de perro por todas partes: cubrían la basura y restos de telas y mantas, estaban esparcidos alrededor de comederos vacíos y un cubo blanco, y estaban esparcidos por todo un sofá de cuero y electrodomésticos.
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En la esquina derecha había una gran acumulación de heces y bolsas vacías de comida para perros. Al otro lado, una ventana de cristal rota y una puerta de madera volcada que daba al jardín trasero. No podía poner un pie donde no hubiera heces de perro.
Layla y el cuerpo de Buster fueron trasladados al Hospital Veterinario de la RSPCA en Birmingham para ser examinados, según informó DerbyshireLive . En su declaración, declaró: «Se encontró que Layla tenía un peso muy bajo. Estaba deshidratada y tenía muchísima sed. Una enfermera veterinaria le puso agua fresca en un recipiente y, al oír el agua correr, Layla se dirigió al lavabo con las orejas erguidas».