Una delgada perrita callejera llamada Winnie se encontró en una situación desesperada con un frasco pegado a su cabeza. La botella le impedía comer o beber, dejándola débil y ⱱᴜɩпeгаЬɩe. Durante semanas, Winnie deambuló por las calles buscando desesperadamente ayuda. Su condición se estaba deteriorando rápidamente y el tiempo se acababa.
Afortunadamente, Bonnie fɩіɡһt Project, una organización de rescate de perros en Guam, Micronesia, se enteró de la difícil situación de Winnie. Sus compasivos voluntarios sabían que tenían que actuar rápidamente para salvarla.
Armados con redes y gran determinación, se propusieron rescatar al angustiado cachorro.
A pesar de su miedo y cansancio, Winnie demostró ser sorprendentemente dócil, lo que permitió a los rescatistas asegurarla de forma segura. ¡eга como si supiera que estas personas maravillosas estaban aquí para ayudar!
Una vez que Winnie estuvo fuera de peligro inmediato, los rescatistas enfrentaron el siguiente desafío: quitarle el frasco de la cabeza.
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Para su alivio, todo salió bien sin mayores dificultades. Aunque estaba demacrada y gravemente deshidratada, Winnie milagrosamente no mostró otros problemas de salud importantes.
La colocaron en un hogar de acogida, lista para embarcarse en un viaje de recuperación.
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