Con una mirada llena de amor y perdón, yacía junto a las vías del tren, rogando en silencio por una mano que lo salvara.

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No nos cansaremos de decir que hace falta ser tremendamente ruin y miserable para perpetrar actos de crueldad contra un perro. Especialmente cuando se trata de un cachorro y cuando en su mirada sólo se puede ver que hay amor y perdón.

Un humilde rescatista de animales, sin muchos recursos, pero con las mejores intenciones, que suele hacer lo que está en sus manos para salvar a animalitos de un triste destino, fue alertado por unos granjeros.

Se trataba de un cachorro de pastor alemán, que estaba tirado al pie de las vías del tren, paralizado y con signos de evidente maltrato.

Lo habían apedreado hasta el cansancio y después lo «tiraron» como algo inservible. El joven no dudó en intervenir de inmediato.

El chico quiso ir de a poco, ganándose su confianza primero. Cuando se acercó a acariciarlo al borde del camino, estaba lleno de dolor.

Era tan incapaz de moverse, que rodó hacia la cuneta quedando boca arriba, asustado, suplicando ser ayudado, en una escena absolutamente desgarradora.

Lo tomó en brazos con absoluto cuidado y amor, y lo puso en una cesta pequeña.

Lo llevó a su hogar, donde atiende a los perritos rescatados, y con la ayuda de otro rescatista empezaron a revisarlo detenidamente.

Descubrieron que tenía una patita rota y muchos golpes que le estaban haciendo sufrir demasiado

Una vez que curó sus heridas y su lesión, lo rehabilitó, lo bañó, lo alimentó y lo cuidó.

Hasta que finalmente el perrito resultó ser el cachorro más dulce y tierno que haya visto jamás.

Al ver que era un caso en el que una mano monstruosa estuvo detrás, quiso grabar cada instante del impactante rescate para que quedara constancia del brutal hecho.

El joven quiso difundir el video porque está consciente que las maldades deben viralizarse para crear conciencia.