Los animales no son cosas, son seres sintientes como nosotros y tal como nosotros merecen toda nuestra consideración y respeto. Estamos cansados de ver casos de trato indigno hacia los seres vivos más débiles y vulnerables, pero de lo que no nos cansaremos nunca es de denunciar esta clase de atropellos a la integridad de nuestras mascotas.

En nuestro caso de hoy, el afectado fue un dulce perrito que sobrevivió de milagro, aunque todavía no ha cesado el peligro. Muchas cosas indignas hemos visto en esta tribuna, pero jamás imaginamos ser testigos de este pobre callejero que apareció con su cuello atravesado por una flecha. Una acción que supera cualquier límite de maldad.

Luego se supo que Romeo, como se llama el perrito, solía deambular por la zona donde fue encontrado. Nunca tuvo un ladrido para nadie, era sumamente dócil y cariñoso y no había motivo alguno para causarle un daño tan grande y actuar con tanta saña contra él, o contra cualquier otro ser vivo.

“Solía deambular por el sector, incluso había sido ‘adoptado’ por los vecinos. Jamás molestó a nadie, jamás causó problemas, jamás dio motivos para ser víctima de esta crueldad”, dijo uno de los testigos.

Ciertamente, los agresores deben ser ubicados y castigados con todo el peso de la ley, ya que este hecho representa un paso atrás en cuanto a lo que el mundo ha avanzado en materia de protección animal. Queda mucho por hacer todavía, eso es seguro.

Levantemos la voz por los que no la tienen. Basta ya de injusticia e indignidad para con nuestros compañeros del Reino Animal. Este tipo de situaciones nos duelen y nos llenan el alma de tristeza. ¿Quién en su sano juicio podría hacerle una cosa así a un ser tan indefenso? Esto es un acto de cobardía, más que indignante.