No hay más fuerte para los amantes de los animales que ver a un perrito solo deambulando y desorientado vagando por las calles. Desafortunadamente, esta es una fuerte realidad que deben enfrentar un gran número de peluditos, algunos con más suerte, logran ser rescatados y tienen en final feliz que se merecen.
Esta es la historia de Bobi, un perrito que fue encontrado vagando cerca de una estación de tren en Rumania, cuando fue visto por primera por los voluntarios de Howl Of A Dog, estaba caminando a lo largo de las vías del tren, lucía muy triste y hambriento.
Desde el primer momento Bobi reveló que era un perrito muy dulce, se había rendido ante las caricias de quienes se convirtieron en sus verdaderos ángeles, así que el traslado hasta la clínica veterinaria se dio de la mejor manera.
En la clínica lo examinaron y tras escanearlo descubrieron que tenía un microchip, es posible que familia estuviera desesperada buscándolo y llevaban mucho tiempo sin saber de él.
El personal del centro de rescate pudo determinar que el perrito había escapado de casa, al momento de ser rescatado se encontraba a unos 16 kilómetros de distancia de lo que un día fue su hogar.
Aunque se trata de un perrito mayor, todavía tiene mucha energía y es muy juguetón. Por un tiempo Bobi estuvo en un hogar de acogida, ahí descubrió lo que se siente ser un perrito amado y completamente feliz.
Bobi pasa sus días rodeado de mucho amor y disfrutando junto a sus hermanos adoptivos, Jackson y Bo, dos hermosos pastores australianos con quienes se ha vuelto inseparables.
Este dulce perrito se adaptó muy bien a su nuevo hogar.
La mirada más bella del mundo la encontrarás en los ojos de un perrito rescatado. Recuerda que el verdadero amor puede sanar hasta la herida más profunda del pasado.