Con 16 años y ciego, el boxeador sigue junto a su dueño sin hogar, sin entender por qué todo cambió.

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El 17 de junio, llegó a Servicios para Animales de la Ciudad de San Bernardino una bóxer de 16 años. Se llama Samantha. La perra había vivido con su dueño sin hogar toda su vida, pero lamentablemente fue retenida en el Refugio de la Ciudad de San Bernardino cuando este fue arrestado.

Y así, sin más… la vida de Samantha cambió. Salió del refugio, la bañaron y le cortaron las uñas demasiado grandes. El Dr. Russell le recetó un tratamiento y, afortunadamente, Samantha ha estado comiendo bien.

Samantha es tan pequeña que puedes sostenerla como si fuera un bebé… ¡Y así lo hacen!

Tenemos suerte de poder amarla y sabemos que su dueño la apreciaba al haberla mantenido con vida durante tanto tiempo a pesar de sus circunstancias.

Para celebrar el 11.º aniversario de la Frosted Faces Foundation, el rescate de Samantha es el epítome de lo que hace esta organización.

Ven a visitar a Samantha si quieres. Envejecer es, sin duda, un privilegio: si vives lo suficiente, ¡envejeces!