La fidelidad de un perrito no tiene límites ni fecha de caducidad, no importa si dejan de ver a su dueño en horas o días pero los canes siempre sabrán esperar.
A las afueras del Hospital EsSalud Suárez Angamos, en Perú, se podía ver al paciente peludo día y noche.
Al principio el personal creyó que se trataba de un callejerito más pero resultó que el mestizo era la mascota de un hombre que había ingresado de urgencia y que lamentablemente falleció.
Ramsés se la pasaba echado muy cerquita de la puerta en la que vio a su dueño por última vez. Al ver su situación, una empleada del hospital llamada Leona Morris decidió acudir a las redes para encontrar un nuevo hogar para el peludo.
Sin nadie que viera por él, Magaly Periche y Carlos Zelada, decidieron cambiar el destino del desdichado animal.
Cuando los esposos fueron por Ramsés, así lo bautizaron ellos mismos, el peludo no estaba en el lugar. Había pasado lo que tanto temía: Sanidad mandó a desalojar al peludo y nadie sabía dónde estaba.
El can no conocía ni a Magaly y ni a Carlos, por lo tanto no confiaba en ellos. Pasó una hora antes de que los esposos pudiesen acercarse a él y reafirmaron lo que ya creían: Ramsés era un perrito dócil y juguetón.
En casa de este matrimonio esperaban Isis y Arena, las otras peludas de la pareja, así que este caballero debió adaptarse a una familia grande. Pero sin duda que para Ramsés esto ha sido toda una bendición, tras perder a su papá humano el futuro que le esperaba era la calle pero Magaly y Carlos le ofrecieron otra oportunidad para ser feliz.