La triste historia de Tarasik, un perro que vive en un refugio en Moscú, ha conmovido la red. Nadie quería al pobre perrito. Cuanto más pasaban los años, más salvaje se volvía. Sin embargo, algo cambió y el cachorro sólo necesitaba mucho amor.
En el refugio Kozhukhovsky de Moscú vivía Tarasik, un cachorro que durante un tiempo permaneció en una zona vallada separada de los demás. Su naturaleza salvaje hizo que todo fuera más difícil. Nadie podía acercarse a él. Gran parte de mi estancia en el criadero fue así, pero luego algo cambió.
Los empleados del refugio tuvieron que hacer algo para ayudar al animal. No podía seguir viviendo en esas condiciones.
A los empleados del refugio les сoѕtó mucho acercarse a él, y mucho menos a las personas que iban allí a adoptar perros. Sin embargo, cuando Tarasik cambia de lugar y lo llevan a una zona junto con otros dos perros, Milka y Dymka, algo cambia en él.
Gracias a la cercanía de los dos perros, Tarasik empezó a ser un poco más sociable. Día tras día aprendió algo nuevo y cómo dar un paso hacia el siguiente. Incluso logró salir a caminar, algo que nunca hizo. Al principio se sintió muy intimidado y procedió con cautela, pero poco a poco fue adquiriendo más confianza. Tarask estaba aprendiendo a confiar más en la gente.
Y poco tiempo después, el refugio informó sobre el estado del perro. “¡Tarasik ha encontrado a su familia! Y esta familia está en Finlandia”, leemos en el sitio.
Lo logramos – escriben – Tarasik encontró un hogar, padres amorosos (cinólogos profesionales, por cierto), amigos caninos alegres, su casa privada con una hermosa cerca tallada, un banco cálido, un cuenco siempre lleno de comida real, destellos brillantes de una chimenea encendida en el centro de la habitación y la calidez de las manos de verdaderos papás”.