¿Qué harías si un buen día vas por la calle y ves a un pequeño cachorro muy cerca de la vía? ¿Te detendrías para observarlo o intentarías ayudarlo?
La historia que te contaremos a continuación ocurrió en China y te dejará claro por qué en ocasiones es necesario detenerse a ayudar.
Un día un joven, cuyo nombre no fue revelado, se percató de que un dulce perrito blanco se encontraba en la calle. No era el lugar más indicado para un cachorro de su edad, pero tuvo que reconocer que el perrito lucía sano y limpio, por lo que dedujo que tenía familia.
¿Cómo podrías resistirte a este dulce cachorrito?
Al día siguiente el joven tuvo que pasar por la misma calle y no pudo evitar llevarse una sorpresa cuando vio, en el mismo lugar, al perro blanco con el que se había topado antes. En ese momento pensó: si vuelvo a caminar por esta calle y lo veo, me lo llevaré a casa.
Una anciana pasó y al ver al perrito le preguntó: “¿Todavía estás aquí?”. El joven supuso que aquella mujer sabía algo que él ignoraba, así que la saludó y le pidió que le contara sobre la historia del cachorro.
El joven se sorprendió mucho de conocer la realidad que había detrás de la insistencia del perrito por permanecer en aquel lugar, así que se propuso tomarse muy enserio lo de la adopción del cachorro. No permitiría que el chiquillo corriera la misma suerte que su madre.
Xiaobai se lo llevó de nuevo a casa, esta vez cerciorándose de que no volvería a escapar. Con amor y cuidados olvidaría su triste pasado y recibiría la vida tranquila y feliz que merecía.
En ocasiones nos topamos con seres indefensos en la calle que necesitan nuestra ayuda. Por eso, esperamos que esta historia te sensibilice y haga pensar en el momento en que dudes si brindarles o no la mano. Tú también puedes ser ese ángel para ellos.