Parece difícil de creer, pero hay miles de familias que toman la decisión de dejar atrás a sus mascotas sólo porque llegan a una edad muy avanzada. Algunos perritos ancianos necesitan algo de cuidados extras pero esto no es razón para que los dejen en medio de la calle sin más.

Ella los quería y era muy feliz, pero de pronto decidieron que se mudarían y que no la llevarían con ellos. Athena ya era una peludita anciana y hacer algo tan terrible dejaba su vida bajo un enorme riesgo, los vecinos del lugar la encontraron en el medio de la nada.

La pobre a duras penas podía moverse y no contaba con la posibilidad de buscar agua ni comida, se veía muy enferma y triste, estaba tan débil que no podía luchar contra la cadena para mover su cabecita.

Durante muchos días, la dulce perrita no hizo más que esperar que alguien se apiadara de ella. Finalmente, su historia llegó a oídos de Laurica Nagel, una rescatista local. Se dirigió de inmediato hasta Athena y se ganó su confianza brindándole un poco de perrarina.

La perrita estaba agotada y en cuanto llegó al veterinario confirmaron lo delicada que era su situación, estaba deshidratada y hambrienta. También tenía muchas pulgas y garrapatas así que necesitaría un par de baños y atención, sin embargo, lo que más necesitaba la dulce Athena era amor.

Laurica temía que no sería fácil conseguir un nuevo hogar para la perrita, muchas familias se niegan a darle una oportunidad a los perritos mayores, pero no estaba dispuesta a rendirse, cuidó a Athena con mucho amor y dio a conocer su historia. Unas semanas después ya habían encontrado una familia perfecta para ella.