Ante una tormenta inminente tener un lugar seguro puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Lamentablemente, para los perritos callejeros esta situación los hace sufrir los estragos de la madre naturaleza, desorientados y completamente solos intentan resguardarse sin saber a dónde ir.
Asustada por lo que se acercaba corría de un lado a otro en medio de la carretera. No fue sino hasta que un rescatador de animales la vio y decidió sacarla de la escena tan sombría.
Cuando el hombre llegó, tímidamente la perrita se fue acercando.
La perrita al principio dudaba en acercarse el noble hombre que solo quería ayudarla, después de un par de minutos logó ganarse su confianza y el rescatador finalmente la tuvo en sus manos.
Ya no había motivos para desconfiar por lo que dejó que su nuevo amigo la recogiera y la montara en su vehículo. Ella se sentó en el asiento delantero, sabía que estaba salvo por lo que no dejaba de mirar tiernamente a su rescatista.
Lucy había encontrado no solo un ángel sino un nuevo hogar de acogida. Al llegar a casa el hombre le sirvió en un pequeño plato lo que posiblemente haya sido su primera comida en mucho tiempo, luego durmió una siesta en una cama limpia y cómoda.
Lucy se ha convertido en la mejor amiga de otro cachorro llamado Mini, junto a otros gatos que están en la casa de acogida son una familia peluda muy feliz.