La familia del perro de 8 años se mudó y lo dejó atrás. Sin ningún lugar adonde ir, el perro, conocido como Larry, se instaló en el estacionamiento de un negocio de jardinería frente a su antigua casa.
Durante meses permaneció tirado en el suelo, sobreviviendo gracias a la buena voluntad de los camioneros que pasaban, quienes de vez en cuando le lanzaban algo de comer o beber.
Al conductor del reparto le quedó claro que la familia del perro no volvería, por lo que le creó un perfil en Instagram.
Ese acto aparentemente pequeño ayudó a que la historia de Larry llegara a la atención de Sasha Abelson, presidenta de Love Leo Rescue, quien se acercó a los voluntarios locales. “Tan pronto como vimos [las publicaciones] dijimos: ‘Tráenos el perro, nosotros nos encargaremos del resto’”, dijo Abelson a The Dodo.
Los voluntarios lograron convencer a Larry para que subiera a su automóvil y lo llevaron dos horas hasta Los Ángeles.
Se dieron cuenta de que el estómago del viejo perro estaba hinchado, a pesar de no haber tenido acceso regular a comida o agua durante meses, le faltaban mechones de pelo en las patas y tenía dificultades para caminar.
Aunque el perro parecía triste, todavía movía la cola para llamar a sus rescatadores.
Una visita al veterinario al día siguiente reveló que Larry padecía la enfermedad de Cushing, una afección causada por un tumor benigno en la glándula pituitaria. Larry estaba lento, incómodo y de mal humor, pero sus rescatadores no perdieron la esperanza de que hubiera un perro dulce debajo de todo el dolor.
Tres veces Larry ha ido a un hogar definitivo y tres veces ha vuelto al rescate gracias a una racha de mala suerte. “Ha sido muy resistente, no guarda rencor y todavía ama a la gente a pesar de que lo han decepcionado en el pasado”, dijo Abelson. “Es simplemente un perro feliz y agradecido. Sólo quiere que alguien lo cuide y esté ahí para él”.
A pesar de la edad de Larry, todavía tiene mucha energía en sus pasos y le encanta salir a caminar. Pero lo que diferencia a Larry de otros perros es su capacidad de perdonar y sanar, señaló Abelson. “Algunos perros tienen una mala experiencia o son abandonados y eso les marca por el resto de sus vidas”, dijo, “pero con él, es tan dulce que necesita que alguien se dé cuenta de eso”.
“Es un poco como una Cenicienta buscando su zapatilla”, añadió Abelson. “Sabemos que están ahí fuera y estamos dispuestos a esperar a la persona perfecta”.