A veces, adoptar a una mascota también es un asunto de vanidad. Te sorprendería saber cuántas personas prefieren pagar mucho dinero por un perro o gato solo por su raza o rareza, así como la cantidad de personas que abandonan a sus compañeros peludos solo por asuntos como su apariencia o su salud.
Otros van un poco más allá: de entrada los abandonan, sin importarle en lo más mínimo el futuro que puedan correr esos animalitos en las calles.
Squirrel tuvo un accidente que le costó el bienestar de una de sus patitas delanteras. Fue arrollado por un automóvil y aunque la pata fue tratada a tiempo, los cuidados no fueron los ideales y ocurrió lo peor.
Se hizo necesario amputar la extremidad para salvar la vida del perrito, dejando a la mascota con una cicatriz que no se curaría jamás.
Estas personas se hicieron cargo de Squirrel cuando las personas que más amaba en el mundo le dieron la espalda y se propusieron encontrar para él a una familia amorosa que fuese capaz de aceptarlo tal cual es.
Al principio el perrito se sintió muy triste, muy solo, pero como la perseverancia es la principal virtud de las personas que luchan por el bienestar de los animales, estos rescatadores lo consiguieron…
¡Squirrel consiguió una nueva familia dispuesta a amarlo hasta las últimas consecuencias! Ahora se llama Squash y por si fuese poco, tiene a un pequeño hermanito humano llamado Seb, con el que pasa buena parte de su tiempo.
Si tú también lo crees así, será lindo que compartas la historia de Squash con tus amigos, pues no sabes cuántas mascotas en el mundo pasan por lo mismo que él.