Ojos que hablan: un perro con sarna ve esperanza en los brazos de un extraño. Q


Como dueño de un perro, realmente me enfurece cuando veo o escucho historias sobre perros abandonados a su suerte en las calles.

Lamentablemente, es algo muy común en varias partes del mundo. Los perros son abandonados o nacen sin un hogar amoroso que los cuide y les dé la vida que merecen.

Como resultado, escuchar historias de rescates dramáticos de perros que han estado al borde de la muerte me alegra el corazón. Una historia que ha saltado a la fama recientemente es la de Andrea, una YouTuber también conocida como Misus Yaya. Encontró a un perro llamado Benji temblando y solo al costado de una carretera muy transitada. Su estado eга tan malo que le aconsejaron a Andrea que lo sacrificara. Afortunadamente, ella tenía otras ideas…

Cuando Andrea encontró a Benji al costado de la carretera, con la piel devastada por la sarna y el cuerpo gravemente desnutrido, se detuvo inmediatamente para ayudar.

Sus orejas tenían costras debido a lo que se creía que eга una infestación de sarna sarcóptica, mientras que su cuerpo estaba lleno de llagas y su cabello casi había desaparecido. Andrea, sabiendo que estaba en serios problemas, lo llevó rápidamente a un veterinario, quien le ofreció un diagnóstico desalentador.

El veterinario sugirió sacrificar a Benji para poner fin a su sufrimiento. Sin embargo, el destino quiso que Andrea no estuviera dispuesta a renunciar a él, deseando con cada fibra de su ser darle otra oportunidad en la vida.

Como ella cuenta: “Encontré este perro en la calle y cuando llamé al veterinario me dijo que la mejor opción eга ponerlo a dormir, pero ahora se veía mucho más feliz que ayer”, dijo Andrea en uno de sus videos. “Creo que tiene esperanzas de sanar. No quiero ponerlo a dormir”.

Para empezar, si quería tener alguna posibilidad de sobrevivir, Benji necesitaba inyecciones de antibióticos administradas por un médico y atención las 24 horas.

“Olía tan mal en ese entonces y bañarse no ayudó a que desapareciera”, dijo Andrea, después de su primera limpieza adecuada.

Sin embargo, Andrea perseveró. Ella lo bañaba una vez por semana y lo frotaba todos los días con aceite de coco virgen para utilizar sus propiedades antimicrobianas y antifúngicas.