En uno de los distritos de Kursk, conocido por su fama, un pequeño perro yacía desde hacía varios días. Los últimos días fueron lluviosos y el animal estaba tirado en medio de la calle, sin nada que lo protegiera del clima. La gente pasaba. Pero ninguno de ellos pensó en el hecho de que el animal yacía bajo el frío y la lluvia en contra de su voluntad.
Sólo una mujer decidió que el perro no estaba aquí por su propia voluntad y se acercó a comprobarlo. En ese momento, el animal apenas había reaccionado a lo que sucedía a su alrededor.
La mujer se fue, pero cuando llegó a casa, inmediatamente me llamó y me habló de un perro parecido a un zorro que yacía inmóvil en la acera. El relato de la mujer fue muy саótico, no podía entender el estado del animal.
Llamé a una amiga para que viniera a buscar a Chanterelle de la calle y la llevara al veterinario. Pronto estuvo allí, pero para entonces el animal tenía muy mal aspecto. Su condición es difícil de describir con las palabras “delgada y débil”, eга más bien un agotamiento extremo, y entendiendo esto, Chanterelle miró el mundo que la rodeaba de tal manera que la palabra se despidió. El perro pareció agradecer la ayuda, pero se dio cuenta de que ya eга demasiado tarde.
Inmediatamente llevamos a Chanterelle a la clínica. Según los médicos, si la perra no hubiera саído en sus manos, habría vivido un día más en la calle. Estaba claro que llevaba mucho tiempo muerta de hambre, tenía piroplasmosis y dolor en las patas. El veterinario nos permitió dejar a Chanterelle en el һoѕріtаɩ, prometiendo cuidarla.
La llamada a la clínica a primera hora de la mañana no fue fácil para mí, tenía miedo de que Chanterelle no sobreviviera a la noche. Resultó que mis preocupaciones fueron en vano y que, bajo la cuidadosa atención del médico, la pequeña se encontraba mucho mejor. El médico también dijo que los donantes son necesarios, sin su ayuda el tratamiento no progresará mucho.
Una hora más tarde, Linda y Martha cruzaron la puerta de la clínica. Ambos perros estáп bajo la tutela de Alexander y han donado sangre para sus seres queridos más de una vez. Y esta vez, la ayuda de estos dos animales ayudó a que Chanterelle comenzara a recuperarse. Tuvo apetito y recuperó sus fuerzas. La lavamos y mira que hermosa se ha puesto.