Algunas historias de sufrimiento animal son difíciles de leer, pero importan porque nos muestran lo poderosa que puede ser la compasión. La historia de Teddy es un recordatorio desgarrador. Cuando lo encontraron, no solo estaba herido;
Favor lo llevó de urgencia al Hospital Veterinario Bay Street en Staten Island, donde un equipo veterinario dedicado se hizo cargo. Curaron sus heridas, le administraron antibióticos y le brindaron lo que probablemente nunca había conocido: cariño, atención y dignidad. Si bien su estado físico era grave, la recuperación emocional ya había comenzado.
Dos semanas después de su rescate, Teddy parecía un perro diferente. Sus llagas habían sanado y sus ojos ya no reflejaban tristeza; brillaban de alegría y esperanza. Pronto, Teddy saldrá del hospital y comenzará su nueva etapa en Pitbulls and Addicts , donde se preparará para su adopción en un hogar amoroso y definitivo.
La historia de Teddy nos recuerda esta simple verdad: la bondad salva vidas. Su historia, que antes estaba arraigada en la crueldad, es ahora un testimonio de resiliencia, amor y el poder sanador de ser visto.