Un perro que parecía un extraterrestre fue considerado demasiado pequeño y enfermo para quedarse en un refugio.

El refugio recibió una cachorrita de ocho semanas con un aspecto inusual, como el de un extraterrestre, y se descubrió que era demasiado pequeña y estaba enferma para quedarse allí. La cachorrita necesitaba a alguien que la cuidara y viera más allá de su apariencia actual. Pippa necesitaba una segunda oportunidad para sobrevivir.

A Amanda, la perrera de acogida, le bastó una sola mirada para decidir recoger a Pippa y traerla a casa. Poco después, se hizo evidente que la cachorra no estaba acostumbrada a la vida típica de un perro.

Al principio, se sentaba en el suelo y temblaba, pero tras recibir baños medicados durante unos días, empezó a salir de su caparazón y mostró una mejora significativa.

El pelo de Pippa casi había vuelto a crecer por completo después de tres semanas. Además, Terri supo de Pippa y decidió adoptarla poco después. Gracias al amor y los cuidados que recibió de algunas personas amables, ¡ la apariencia de la perrita ha cambiado mucho desde la primera vez que la vieron! 😯